También llamado Filtro Antipolen, es un elemento filtrante que se encuentra ubicado en el circuito de aire acondicionado y calefacción. Es de un material mucho más denso que el Filtro de Aire. Actualmente, la mayoría de los vehículos lo tienen. Dependiendo del modelo de tu auto, puede encontrarse en distintos lugares (por ejemplo, en la guantera).
Se trata de un elemento fundamental para controlar la calidad del aire dentro del habitáculo. Su función es filtrar el aire que entra al sistema de calefacción y de aire acondicionado, eliminando partículas de polvo y polen en suspensión, así como también malos olores. Está diseñado para filtrar las partículas que no logran ser detenidas por las propias mucosas del ser humano.
Ello asegura la buena calidad del aire que circula dentro del vehículo, protegiendo así la salud de los ocupantes. Su buen estado se traduce en un escudo contra las alergias ¿Por qué es esto importante? Las reacciones alérgicas (estornudos, mucosidad, ojos llorosos e irritados), producidas por la mala calidad del aire en el habitáculo (parte del auto en la que se ubican los ocupantes), pueden dificultar la conducción. Además, la poca circulación de aire influye en la atención y el cansancio de las personas.
Tipos de filtros
Actualmente, se comercializan distintos tipos de filtros de habitáculo: simple y de carbón activado. Sus diferencias radican en los materiales de fabricación, propiedades, durabilidad y costo.
El Filtro Simple es usualmente fabricado con papel o símil. Este filtro protege del polen y otras partículas. Es el más económico, pero posee menor durabilidad, es decir, debe cambiarse más seguido.
El Filtro de Carbón Activado, como su nombre lo indica, posee capas de carbón activado. Además de proteger del polen y otras partículas, filtra contaminantes y neutraliza malos olores. Además posee mayor durabilidad que el filtro simple. Todas sus propiedades se traducen en su mayor costo.
¿Cuándo debo cambiarlo?
Con el paso del tiempo, el filtro se engrasa y se obstruye con partículas, lo que dificulta el paso del aire al habitáculo así como su calidad. De no cambiarlo, a la larga pueden producirse problemas en los sistemas de climatización y refrigeración del vehículo. Es importante aclarar, sin embargo, que su mal funcionamiento no influye en el desempeño del motor.
Como buen filtro, puede limpiarse y re-utilizarse. Sin embargo, esto no se recomienda, ya que probablemente resulte dañado y no cumpla su función. Si utilizás un filtro simple, te aconsejamos cambiarlo cada 10.000 km. o cada un año. Si, por lo contrario, tu vehículo posee filtro de carbón activado, es recomendable reemplazarlo cada 15.000 km. o también un año. Siempre podés preguntar en tu lubricentro de confianza.
Aún más importante que el tiempo de uso de los filtros, son distintas señales que te permiten saber que el filtro ya cumplió su ciclo y es hora de cambiarlo: si percibís una menor entrada de aire, si el habitáculo no calienta o enfría bien, si los vidrios se empañan más fácilmente, o si notás mal olor constante en el vehículo.
En caso de que decidas cambiarlo, en Tienda Repuestos tenemos Kits de Filtros (habitáculo, combustible, aceite y aire) al mejor precio. Conocelos haciendo click aquí.
¿Qué es un Filtro de Habitáculo? ¿Para qué sirve? ¿Cuándo cambiarlo? Te contamos todo lo que necesitás saber para mantener a punto un elemento tan fundamental para tu auto.
También llamado Filtro Antipolen, es un elemento filtrante que se encuentra ubicado en el circuito de aire acondicionado y calefacción. Es de un material mucho más denso que el Filtro de Aire. Actualmente, la mayoría de los vehículos lo tienen. Dependiendo del modelo de tu auto, puede encontrarse en distintos lugares (por ejemplo, en la guantera).
Se trata de un elemento fundamental para controlar la calidad del aire dentro del habitáculo. Su función es filtrar el aire que entra al sistema de calefacción y de aire acondicionado, eliminando partículas de polvo y polen en suspensión, así como también malos olores. Está diseñado para filtrar las partículas que no logran ser detenidas por las propias mucosas del ser humano.
Ello asegura la buena calidad del aire que circula dentro del vehículo, protegiendo así la salud de los ocupantes. Su buen estado se traduce en un escudo contra las alergias ¿Por qué es esto importante? Las reacciones alérgicas (estornudos, mucosidad, ojos llorosos e irritados), producidas por la mala calidad del aire en el habitáculo (parte del auto en la que se ubican los ocupantes), pueden dificultar la conducción. Además, la poca circulación de aire influye en la atención y el cansancio de las personas.
Tipos de filtros
Actualmente, se comercializan distintos tipos de filtros de habitáculo: simple y de carbón activado. Sus diferencias radican en los materiales de fabricación, propiedades, durabilidad y costo.
El Filtro Simple es usualmente fabricado con papel o símil. Este filtro protege del polen y otras partículas. Es el más económico, pero posee menor durabilidad, es decir, debe cambiarse más seguido.
El Filtro de Carbón Activado, como su nombre lo indica, posee capas de carbón activado. Además de proteger del polen y otras partículas, filtra contaminantes y neutraliza malos olores. Además posee mayor durabilidad que el filtro simple. Todas sus propiedades se traducen en su mayor costo.
¿Cuándo debo cambiarlo?
Con el paso del tiempo, el filtro se engrasa y se obstruye con partículas, lo que dificulta el paso del aire al habitáculo así como su calidad. De no cambiarlo, a la larga pueden producirse problemas en los sistemas de climatización y refrigeración del vehículo. Es importante aclarar, sin embargo, que su mal funcionamiento no influye en el desempeño del motor.
Como buen filtro, puede limpiarse y reusarse. Sin embargo, esto no se recomienda, ya que probablemente resulte dañado y no cumpla su función. Si utilizás un filtro simple, te aconsejamos cambiarlo cada 10.000 km. o cada un año. Si, por lo contrario, tu vehículo posee filtro de carbón activado, es recomendable reemplazarlo cada 15.000 km. o también un año. Siempre podés preguntar en tu lubricentro de confianza.
Aún más importante que el tiempo de uso de los filtros, son distintas señales que te permiten saber que el filtro ya cumplió su ciclo y es hora de cambiarlo: si percibís una menor entrada de aire, si el habitáculo no calienta o enfría bien, si los vidrios se empañan más fácilmente, o si notás mal olor constante en el vehículo.
En caso de que decidas cambiarlo, en Tienda Repuestos tenemos Kits de Filtros (habitáculo, combustible, aceite y aire) al mejor precio. Conocelos haciendo click aquí.
¿Qué es un Filtro de Habitáculo? ¿Para qué sirve? ¿Cuándo cambiarlo? Te contamos todo lo que
necesitás saber para mantener a punto un elemento tan fundamental para tu auto.
También llamado Filtro Antipolen, es un elemento filtrante que se encuentra ubicado en el circuito de aire acondicionado y calefacción. Es de un material mucho más denso que el Filtro de Aire. Actualmente, la mayoría de los vehículos lo tienen. Dependiendo del modelo de tu auto, puede encontrarse en distintos lugares (por ejemplo, en la guantera).
Se trata de un elemento fundamental para controlar la calidad del aire dentro del habitáculo. Su función es filtrar el aire que entra al sistema de calefacción y de aire acondicionado, eliminando partículas de polvo y polen en suspensión, así como también malos olores. Está diseñado para filtrar las partículas que no logran ser detenidas por las propias mucosas del ser humano.
Ello asegura la buena calidad del aire que circula dentro del vehículo, protegiendo así la salud de los ocupantes. Su buen estado se traduce en un escudo contra las alergias ¿Por qué es esto importante? Las reacciones alérgicas (estornudos, mucosidad, ojos llorosos e irritados), producidas por la mala calidad del aire en el habitáculo (parte del auto en la que se ubican los ocupantes), pueden dificultar la conducción. Además, la poca circulación de aire influye en la atención y el cansancio de las personas.
Tipos de filtros
Actualmente, se comercializan distintos tipos de filtros de habitáculo: simple y de carbón activado. Sus diferencias radican en los materiales de fabricación, propiedades, durabilidad y costo.
El Filtro Simple es usualmente fabricado con papel o símil. Este filtro protege del polen y otras partículas. Es el más económico, pero posee menor durabilidad, es decir, debe cambiarse más seguido.
El Filtro de Carbón Activado, como su nombre lo indica, posee capas de carbón activado. Además de proteger del polen y otras partículas, filtra contaminantes y neutraliza malos olores. Además posee mayor durabilidad que el filtro simple. Todas sus propiedades se traducen en su mayor costo.
¿Cuándo debo cambiarlo?
Con el paso del tiempo, el filtro se engrasa y se obstruye con partículas, lo que dificulta el paso del aire al habitáculo así como su calidad. De no cambiarlo, a la larga pueden producirse problemas en los sistemas de climatización y refrigeración del vehículo. Es importante aclarar, sin embargo, que su mal funcionamiento no influye en el desempeño del motor.
Como buen filtro, puede limpiarse y reusarse. Sin embargo, esto no se recomienda, ya que probablemente resulte dañado y no cumpla su función. Si utilizás un filtro simple, te aconsejamos cambiarlo cada 10.000 km. o cada un año. Si, por lo contrario, tu vehículo posee filtro de carbón activado, es recomendable reemplazarlo cada 15.000 km. o también un año. Siempre podés preguntar en tu lubricentro de confianza.
Aún más importante que el tiempo de uso de los filtros, son distintas señales que te permiten saber que el filtro ya cumplió su ciclo y es hora de cambiarlo: si percibís una menor entrada de aire, si el habitáculo no calienta o enfría bien, si los vidrios se empañan más fácilmente, o si notás mal olor constante en el vehículo.
